sábado, 12 de marzo de 2011

Ninio.

Un niño de sonrisa gaseosa,
de movimientos libres,
de sangre que sube, brota, late…
Imitando los movimientos del padre,
corre cortito y salta bajito.

Boca de tomate,
moquiento y con sueño, se agila.
Babea de mucho amor,
sucia la napia,
colonia que le perfuma la infancia.

Niño de la tierra,
hijo del universo,
(disfraz de hombrecito)
niño punky,
super-heroe pequeñito.

Cuerpos adultos,
vidas curtidas,
mi mirada perdida que el niño no entiende.

A Tomas.

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