En una esquina donde ya no pasa el tren,
un genocida habla de el,
-disfruta la vida dice el cartel-
matarlos a todos quizas le vendría bien.
Sabiéndonos de carne,
tierra que camina,
aire que respira,
sangre que brota, y se oxida,
-no vamos a temer-
no nos vamos a detener.
La vida es la calle
lo sabemos muy bien,
la tierra es de todos,
lo sabemos también.
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