jueves, 7 de abril de 2011

Cerebros a vapor.



Con los pañuelos llenos de moco,
cansados de un monologo intimo infinito,
escritores en la montaña rusa.

¡Alerta¡ Triunfa el enjaulador de cerebros,
infectando (sin espanto) de desencanto.

Recipiente de ideas descarozadas,
la mitad de la vida es onírica,
la otra te la pasas contando el tiempo.

Hay espacios para la experimentación,
consumir preferentemente antes del vencimiento.

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